Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, nació en Cumaná, Edo.
Sucre, el 3 de febrero de 1795.
Hijo del Teniente Coronel Vicente Sucre Urbanejo y María de Alcalá.
Contrajo nupcias con, Mariana Carcelén de Guevara y Larrea, Marquesa
de Solanda y de Villarocha. El matrimonio tuvo una hija: María
Teresa.
Para continuar su formación académica fue enviado a Caracas al
cuidado del presbítero Antonio Patricio de Alcalá, para iniciar
estudios de ingeniería militar en la Escuela de José Mires. En
1809, ingresó como cadete en la compañía de Húsares Nobles de
Fernando VII. En Cumaná. Posteriormente, en 1810, la Junta de
Gobierno de Cumaná le otorgó el empleo de Subteniente de
Milicias Regladas de Infantería; grado ratificado por la Junta
Suprema de Caracas el 6 de agosto de ese año.
En 1811, desempeñó en Margarita, Edo. Nueva Esparta, el cargo de
Comandante de Ingenieros. Luego, el 31 de julio de ese año recibió
el despacho de Teniente. Al
año siguiente fue nombrado en Barcelona, Edo. Anzoátegui,
Comandante de la Artillería. En 1813, estuvo bajo las órdenes del
General Santiago Mariño; y fue su Edecán.
Sus hermanos y parientes fueron víctimas de la Guerra de
Independencia; en 1814, Pedro fue fusilado por los realistas en La
Victoria, Edo. Aragua; Vicente y Magdalena, fueron asesinados por
las acciones de José Tomás Boves en Cumaná; y 14 parientes
inmediatos también perecieron.
En 1815, después de combatir bajo las órdenes del General José
Francisco Bermúdez en Maturín, Edo. Monagas, pasó a Margarita,
Edo. Nueva Esparta, y continuó el viaje a las Antillas y luego a
Cartagena, Colombia.
Por ser ingeniero, en Cartagena, bajo las órdenes de Lino de Pombo,
dirigió los trabajos de fortificación para la defensa de la
ciudad; posteriormente viajó a Haití a finales de año y retornó a
Venezuela, donde sobrevivió al naufragó de la nave en la cual
viajaba, llegando a las Costas del Golfo de Paria, Edo. Sucre.
En 1816, Mariño lo nombró jefe de su Estado Mayor, lo ascendió a
Coronel, al siguiente año, lo designó Comandante de la
provincia de Cumaná. Ese año, luego del Congreso de Cariaco, el 8
de mayo, Sucre desconoció la actuación de aquel grupo y la
autoridad de Mariño y se trasladó a Guayana, Edo. Bolívar,
colocándose bajo las órdenes del Libertador Simón Bolívar; quien
el 17 de septiembre de ese año lo designó Gobernador de la Antigua
Guayana y Comandante General del Bajo Orinoco; y además le
encargó organizar un batallón con el nombre Orinoco.
Sucre comenzó su carrera de gobierno, desempeñando todos los cargos
de la Administración civil hasta el de Presidente de la República
en Bolivia.
El 7 de octubre de 1817 recibió el nombramiento de Jefe de Estado
Mayor de la división de la provincia de Cumaná, bajo las órdenes
del general Bermúdez, nombrado comandante de la citada gran unidad.
En agosto de 1819 fue ascendido a General de Brigada por el
vicepresidente de Venezuela, Francisco Antonio Zea; grado ratificado
por Bolívar el 16 de febrero de 1820.
Viajó a las Antillas comisionado para adquirir material de guerra;
misión que cumplió exitosamente. Ese mismo año desempeñó,
interinamente, la cartera de Guerra y Marina y fue jefe titular del
Estado Mayor del General.
Tras la liberación de la Nueva Granada y creación de la República
de Colombia, Bolívar firmó con el General español Pablo Morillo,
el 26 de noviembre de 1820, un Armisticio, y un Tratado de
Regularización de la Guerra. Sucre redactó este Tratado de
Armisticio y Regularización de la Guerra.
Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su
culminación en la batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de
1822. Con esta victoria de Sucre, se consolidó la independencia de
la Gran Colombia.
Sucre participó junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la
batalla de Junín y, el 9 de diciembre del mismo año, venció al
virrey José de la Serna en la batalla de Ayacucho, acción que
significó el fin del dominio español en el continente sudamericano.
Por sus logros, el Parlamento peruano lo nombró Gran Mariscal y
General en Jefe de los Ejércitos.
El 9 de febrero de 1825, el mariscal Antonio José de Sucre y
Casimiro Olañeta, convocaron a todas las provincias altoperuanas
para reunirse en un congreso que debía decidir el destino de la
nación. Convocada nuevamente la Asamblea Deliberante en Chuquisaca
por el Mariscal Sucre, el 9 de julio de 1825, y concluida se
determinó la completa independencia del Alto Perú, bajo la forma
republicana, por soberana de sus hijos. Y se redactó el "Acta
de la Independencia" con fecha del 6 de agosto de 1825, en honor
a la Batalla de Junín ganada por Simón Bolívar. Mediante un
decreto se determinó que el nuevo estado llevaría el nombre de
"Bolívar", en homenaje al Libertador, quien a la vez fue
designado "Padre de la República y Jefe Supremo del Estado".
Bolívar agradeció los honores, y declinó la aceptación de la
Presidencia de la República; y designó al Mariscal de Ayacucho
Antonio José de Sucre como Presidente. Al frente del Gobierno
boliviano, Sucre promulgó leyes; ejecutó la división política del
país de acuerdo a la Constitución propuesta por Simón Bolívar;
impulsó la instrucción pública; y organizó el sistema
administrativo. El 18 de abril de 1828, estalló un motín en
Chuquisaca y el Mariscal Sucre fue herido de dos balazos. Este
incidente ocasionó que el Mariscal decidiera abandonar el cargo de
Presidente de Bolivia para evitar más rencillas y lograr la
pacificación de la naciente República.
Otra de las batallas importantes en la carrera militar de Sucre fue
la de Portete de Tarqui, la cual se libró el 27 de febrero de 1829,
el combate duró media hora, con la victoria grancolombiana.
Después, Sucre viajó a la Gran Colombia, marchó a Bogotá,
con el propósito de reunirse con su familia cuando lamentablemente antes de llegar fue asesinado en las Montañas de
Berruecos- Arboleda, cerca de Nariño, el 4 de junio de 1830; los asesinos Apolinar Morillo (venezolano), Andrés Rodríguez y Juan Cruz (peruanos) y Juan Gregorio Rodríguez (colombiano) fueron contactados por el jefe militar de la provincia de Pasto José María Obando; el hecho ocurrió de la siguiente manera: la comitiva pasaba y una voz gritó: ¡General Sucre!, cuando volteó sonaron los disparos, el General Sucre sólo pudo decir: "Ay balazo" y cayó muerto. Su
cadáver permaneció más de 24 horas hasta que los pobladores de
las localidades vecinas le dieron cristiana sepultura.
Los restos mortales del Mariscal Sucre fueron llevados a Quito por su
esposa, la marquesa de Solanda, y mantenidos en secreto en el Palacio
de El Deán, propiedad familiar en el Valle de los Chillos, en las
afueras de Quito. Finalmente, cumpliendo la voluntad de Sucre, que
deseaba ser enterrado en la capital ecuatoriana, sus restos fueron
depositados en secreto en el Convento del Carmen Bajo. El catafalco que contiene los restos del Gran Mariscal, está hecho
de andesita del volcán Pichincha, y el mausoleo está decorado con
alegorías de la Independencia, La Libertad y la Victoria.
Lic. Sonia Verenzuela T.
2016
FUENTES
CONSULTADAS
Silva Aristigueta, Alberto (2005): Antonio José de Sucre
(1795-1830). Editorial El Nacional, Caracas.
Romero Martínez, Vinicio (2001): ¿Qué celebramos hoy? El libro de las efemérides venezolanas, Carvideas C.A.
ICONOGRAFÍA