Jorge de Capadocia fue un soldado romano de Capadocia, actual Turquía, mártir y luego santo cristiano, que en el siglo IV, que tras el fellecimiento de su padre, un oficial del ejército romano, viajó con su madre hasta Lydda, actual Lod, en Israel, donde recibió educación en la fe cristiana y después al tener la mayoría de edad se alistó en el ejército; después ascendió y, antes de cumplir los 30 años fue tribuno, siendo destinado a Nicomedia como guardia personal del emperador romano Diocleciano (284-305). En el año 303, el emperador emitió un edicto autorizando la persecución de los cristianos en todo el imperio, que continuó con Galerio (305-311); y cuando Jorge recibió órdenes de participar, confesó que él también era cristiano y ordenaron su tortura para que cambiara de opinión, la cual el nunca cambió; luego fue ordenada su ejecución y fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril de 303. Ya muerto, el cuerpo fue trasladado a Lydda para que fuera sepultado. Más tarde en el siglo IV, la veneración al santo se extendió desde Palestina hasta al resto del Imperio Romano de Oriente, después en el siglo V llegó a la parte occidental del imperio, y en el año 494 Jorge de Capadocia fue canonizado por el papa Gelasio I.
En relación a la historia de San Jorge y el dragón, la leyenda
occidental medieval, presentó un dragón que hacía un nido en la
fuente que proveía de agua a una ciudad, a raíz de ello los
ciudadanos debían alejar el dragón de la fuente para conseguir
agua; así que ofrecían diariamente un sacrificio humano,
seleccionado al azar; un día la seleccionada fue la princesa y el
rey, su padre, pidió por la vida de su hija, cuando ella estaba a
punto de ser devorada por el dragón, apareció Jorge a caballo, se
enfrentó al dragón, lo mató y salvó a la princesa. Finalmente los
agradecidos ciudadanos abandonaron el paganismo y se convirtieron en
cristianos.
Para concluir, en cuanto a la celebración del Día del Libro, esta
importante efemérides comenzó en el año 1926. Se asumé como tal,
porque un 23 de abril falleció Miguel de Cervantes Saavedra
(1547-1616), novelista, poeta, dramaturgo y soldado español; y ese
año William Shakespeare (1564-1616), dramaturgo, poeta y actor
inglés también murió. Ese 24 de abril, a nivel. Mundial, han
nacido o fallecido otros escritores insignes; por lo que la
Conferencia General de la UNESCO decidió seleccionar la fecha como
Día Mundial del Libro para rendir un homenaje mundial al libro y sus
autores. Es oportuno destacar que la idea original de la celebración
del Día del Libro surgió en Cataluña, por parte del escritor,
traductor, periodista y editor valenciano Vicente Clavel Andrés
(1888 - 1967), quien se dedicó a la difusión de la cultura a través
de los libros y propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona
en el año 1926, proyecto aprobado por el rey Alfonso XIII de España
en 1926. Y como dato curioso el 7 de octubre de 1926 fue el primer
Día del Libro, y después, en el año 1930, se estableció
definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro,
coincidiendo con la celebración de Sant Jordi - San Jorge, santo
patrono de Alemania, Aragón, Bulgaria, Cataluña, Etiopía, Georgia,
Grecia, Inglaterra, Líbano, Lituania, Países Bajos, Portugal,
Eslovenia y México. Es interesante destacar que es tradición
regalar una rosa junto a un libro.