Contrajo nupcias y tuvo descendencia, entre ellos, el fotógrafo,
dibujante y pintor Aristides Pavel Bastidas López.
La familia llegó a Caracas en 1936. Estudió hasta el 1er. año de
bachillerato en el liceo Fermín Toro, ya que tuvo que trabajar;
autodidacta, se inició en el periodismo (1945). Sindicalista y
gremialista, no apoyó el gobierno de Marcos Pérez Jiménez
(1948-1958); pionero del periodismo científico (género impreso y
radiofónico); dirigió la página científica dominical del diario
"El Nacional" y escribió en la columna diaria "La
Ciencia Amena". Fundó el Círculo de Periodismo Científico de
Venezuela (21-04-1974); la Asociación Iberoamericana de Periodismo
Científico de Venezuela (1974); y la cátedra libre de periodismo
científico, en "El Nacional", que impartió en su propia
oficina de redacción, conocida como “La Brujoteca”; luego
organizó el I Congreso Iberoamericano de Periodismo Científico.
Recibió el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la cual le
otorgó el Premio Kalinga (1982) en París, Francia; fue premiado por
la Universidad de Florencia, Italia con el “Capire” Premio
Internacional para un Futuro Creativo (1992); en el Diario El
Nacional recibió los siguientes premios: Enrique Otero Vizcarrondo
(1956); y el Antonio Arráiz (1975); obtuvo los premios,
Latinoamericano Científico John Reitemeyer (1970), de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP); y de la Federación Médica; y el
Doctor Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Publicó El anhelo constante Biografía de Rafael Vegas; La
Ciencia Amena; Aliados silenciosos del progreso; El átomo y sus
intimidades; Científicos del mundo; Ciencia y tecnología, dos
bienes sociales; La Tierra, morada de la vida y el hombre y Los
Órganos del Cuerpo Humano.
El periodista, docente y divulgador científico Arístides Bastidas
Gámez falleció en Caracas, el 23 de septiembre de 1992. Es
necesario acotar que pese a las enfermedades que sufrió toda su
vida, que lo dejaron ciego, en silla de ruedas y casi mudo, fue
ejemplo de optimismo.
Lic. Sonia Verenzuela T.
2016
FUENTES CONSULTADAS
ICONOGRAFÍA