sábado, 19 de diciembre de 2015

MARÍA TERESA GERTRUDIS DE JESÚS CARREÑO GARCÍA


María Teresa Gertrudis de Jesús Carreño García, nació en Caracas, Venezuela, el 22 de diciembre de 1853. Hija de Manuel Antonio Carreño y Muñoz (autor del libro Manual de urbanidad y buenas maneras [1853] y Ministro de Hacienda en 1861). Bautizada el 16 de febrero de 1854. Sobrina de Simón Rodríguez, y Clorinda García de Sena y Rodríguez del Toro, sobrina de María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, esposa del Libertador Simón Bolívar. Fue la 3ra. De 5 hermanos. Se casó 4 veces; la primera vez en 1873, con el violinista y compositor francés Emile Sauret, el matrimonio tuvo una hija: Emilia; se divorciaron. Ante la terrible situación económica que experimentó, dio en adopción a su hija a una señora alemana de apellido Bichoff, no sin antes comprometerse a no ver más a su hija, para que aquella tramitara formalmente la adopción; la segunda vez en 1876, con el barítono italiano Giovanni Tagliapietra. El matrimonio tuvo 3 hijos: Lulú, Teresita y Giovanni, divorciándose en 1889; la tercera vez en 1892, con el pianista escocés, nacionalizado alemán Eugen d'Albert. El matrimonio tuvo 2 hijas: Eugenia y Hertha. Matrimonio que concluyó en 1895; y la cuarta vez, en 1902, con Arturo Tagliapietra, hermano de su segundo esposo Giovanni. Algunas personas, entre ellas, amistades nunca vieron con buenos ojos que la excelente pianista se divorciara tantas veces.
Comenzó sus estudios musicales a los 5 años de edad por su padre, quien notó cualidades para la música en su pequeña; por eso fue considerada niña prodigio; posteriormente continuó clases con el pianista alemán Jules Hohené, con el compositor, pianista y profesor francés Georges Amédée Saint-Clair Mathias y más tarde, con el compositor y pianista estadounidense Louis Moreau Gottschalk. A los seis años de edad publicó su primera obra dedicada a su Maestro Gottschalk, titulada Gottschalk Waltz. En 1862 la familia Carreño García abandonó Venezuela por la difícil situación política y económica que se vivió en el país; y el 1° de agosto de aquel año llegaron a Nueva York, EE.UU., y Teresa comenzó a darse a conocer en conciertos privados a los amigos de la familia. Realizó su primer concierto ante público el 25 de noviembre en la sala Irving Hall, de Nueva York. La crítica fue muy favorable. Actuó también en la Academia de Música de Brooklyn, de manera impecable. En el otoño de 1863, ofreció un concierto privado en la Casa Blanca invitada por el entonces presidente estadounidense Abraham Lincoln. A los 9 años debutó como solista con la Orquesta Sinfónica de Boston y con la Filarmónica de Londres. A los 13 años. Viajó con su familia a París, Francia, donde conoció a los siguientes compositores: el italiano Gioacchino Rossini; y los franceses Charles François Gounod; Joseph Maurice Ravel; y Claude-Achille Debussy, entre otros.
Teresa realizó giras musicales que la llevaron a diferentes países, entre los que destacan la isla de Cuba, presentándose en La Habana, Matanzas y Cárdenas; los Estados Unidos de Norteamérica, en Filadelfia, Miami y Baltimore, entre otras; debutó en París el 3 de mayo de 1866. Gracias a la insistencia de la cantante operática italiana Adelina Patti cursó estudios de canto, debutando como mezzosoprano en la ópera Los hugonotes del compositor prusiano Giacomo Meyerbeer. En 1866 murió su madre en una epidemia de cólera; y aún ante el dolor, continuó su gira en España , en Zaragoza y Madrid; y luego retornó a Estados Unidos. En 1868, conoció al pianista, compositor y director de orquesta ruso Anton Grigórievich Rubinstéin; quien admiró a Teresa y la llamó su hija adoptiva.
Regresó a Venezuela de visita por requerimientos artísticos del entonces presidente Antonio Guzmán Blanco, y el resultado de la presentación en el país no fue exitosa. Hubo un problema legal, por una demanda que recibió por incumplimiento de pago a miembros de la compañía, Teresa estuvo más tiempo de lo pautado en Venezuela y la situación se resolvió con la ayuda del presidente Guzmán Blanco; luego de aquello Teresa partió a Nueva York el 23 de agosto de 1887; sin embargo es oportuno decir que en aquel viaje realizó una gira que la llevó a La Guaira, Edo. Vargas; Puerto Cabello, Edo. Carabobo; Valencia, Edo. Carabobo; Villa de Cura, Edo. Aragua; Maracaibo, Edo. Zulia y Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar; luego llegó a viajar hasta las islas de Curazao y Trinidad.
Dos años más tarde se trasladó con sus hijos a Alemania, donde realizó conciertos y por su calidad se consagró como concertista de fama internacional.
En 1917, preparó una gira por el continente suramericano y antes de iniciar el recorrido fue a Cuba, donde, luego de un exitoso concierto con la Filarmónica de La Habana, sufrió un fuerte quebranto de salud, que luego de la evaluación médica le obligó a cancelar su compromiso artístico y retornó a Nueva York. Allí le diagnosticaron parálisis parcial del nervio óptico; y a pesar del reposo y los cuidados respectivos falleció el 12 de junio de 1917 en su apartamento de la Residencia Della Robbia 749 West End Avenue Manhattan, EE.UU. Sus restos fueron incinerados, de acuerdo a su última voluntad; y sus cenizas fueron llevadas a Venezuela en 1938, al Cementerio General del Sur y desde el 9 de diciembre de 1977 reposan en el Panteón Nacional, en Caracas.
Teresa Carreño escribió numerosas obras para piano, tales como, Valse Gottschalk, Op. 1; Caprice-Polka, Op. 2; Corbeille des fleurs, Valse, Op. 9; Marcha fúnebre, Op. 11; La oración, Op. 12, compuesta a causa de la muerte de su madre; Polka de Concert, Op. 13; Fantaisie sur Norma, Op. 14; Ballade, Op. 15; Plainte, première élégie, Op. 17; Partie, deuxième élégie, Op. 18; Élégie, Op. 20, Plaintes au bord d'une tombe; Élégie, Op. 21, Plaintes au bord d'une tombe; Fantaisie sur L'Africaine, Op. 24; Le Printemps, Op. 25; Un Bal en Rêve, Op. 26; Une Revue à Prague, Op. 27; Un rêve en mer, Méditation, Op. 28; Six Études de Concert, Op. 29; Mazurka de salon, Op. 30; Scherzo-Caprice, Op. 31; Deux Esquisses Italiennes Op. 33; Venise, Nr. 1; Florence, Nr. 2; Intermezzo Scherzoso, Op. 34; Le Sommeil de l'enfant, Berceuse, Op. 35; Scherzino, Op. 36; Highland (Souvenir de l'Écosse), Op. 38; La fausse note, Fantaisie-Valse, Op. 39; Staccato-Capriccietto Op. 40; Marche funèbre (1866); Petite Valse (Teresita), (1898); Saludo a Caracas (1885) y Vals Gayo.También escribió obras para coro y orquesta, entre las que destacan, el Himno a Bolívar (1885); el Himno a El Ilustre Americano (1886), dedicada al presidente Antonio Guzmán Blanco; y otras composiciones como, Quartette à cordes pour 2 violons, viole et violoncelle, en si mineur (1895); y Sérénade pour cordes (1895).
Es oportuno destacar que Teresa firmó contrato con compañías editoras de rollos para pianola, como las empresas "Welte-Mignon"5 y "Duo-Art"; y con la primera de estas empresas, grabó 18 temas el 2 de abril de 1905 y con la otra, grabó en 1914. Gracias a ello, podemos disfrutar de sus interpretaciones, tal como sonaban aquellos días.
La vida y obra de la insigne pianista caraqueña, Teresa Carreño es digna de ser más ampliamente conocida; ella fue la 1ra. Mujer en dirigir una orquesta en Venezuela; tuvo una Compañía artística con la cual mantuvo a todos los miembros de su familia, se le conoció como la Walkiria del piano y La Carreño. 
Entre 1890 y 1891, en Suecia, el Rey la premió con la Medalla Litteris et Artibus, por su aporte a la música.
No sólo se dedicó a componer música, también tuvo tiempo para la docencia. Escribió un libro, Posibilidades tímbricas mediante el uso artístico de los pedales. Mecanismo y funcionamiento de los pedales del piano. Escrito en inglés, publicado póstumamente en 1919. La vida de ella no fue fácil y sin embargo continuó haciendo lo que más amó, interpretar el piano, dejando en alto el nombre de Venezuela; nunca dejó su nacionalidad venezolana aunque vivió muchos años en el exterior. Trabajó hasta el final de sus día; ella es un ejemplo de lucha y dedicación. 
 
Lic.  Sonia Verenzuela T.
2015

FUENTES CONSULTADAS

Milanca Guzmán, Mario: ¿Quién fue Teresa Carreño?, Alfadil Ediciones, 1990

Meissner, Inés: Vida, labor y obra de la pianista venezolana María Teresa Carreño. Instituto Latinoamericano, 1989.
ICONOGRAFÍA – FOTOGRAFÍA: