Simón
José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y
Blanco nació en Caracas, Venezuela, el 24 de julio de 1783. Hijo del
Coronel y hacendado Juan Vicente Bolívar y Ponte Andrade, y María
de la Concepción Palacios y Blanco. El matrimonio tuvo 5 hijos:
María Antonia, Juan Vicente, Juana Nepomucena, Simón José y María
del Carmen, quien murió al nacer. Sobrino del prócer
independentista José Félix Ribas, y primo del eminente abogado
Francisco Javier Ustáriz, entre otros datos de interés.
Descendiente de Garci González de Silva, Alonso Díaz Moreno y de
Juan de Villegas.
En enero de 1786, era huérfano de padre; y en 1792, de madre;
quedando bajo la custodia del abuelo materno, Feliciano Palacio;
luego al fallecer el abuelo, estuvo bajo la tutela del tío Carlos
Palacios y Blanco.
De familia aristocrática, tuvo a excelentes maestros en su niñez,
entre los que destacan, Andrés Bello (historia y geografía), Simón
Rodríguez (primeras letras y formación cultural general), el padre
Andújar (matemáticas), Guillermo Pelgrón (latín), entre otros;
hablaba francés e inglés; desde joven demostró su carácter, el
cual quedó evidenciado por el incidente en el que escapó de la casa
de su tío-tutor el 23 de julio de 1795, para refugiarse en la de su
hermana María Antonia; hecho que se resolvió mediante litigio
judicial en la Real Audiencia de Caracas, en el cual la autoridad le
ordenó regresar con el tío Carlos. Además vivió en la casa de su
maestro Simón Rodríguez cierto tiempo y más tarde, ya adolescente
ingresó en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de
Aragua el 14 de enero de 1797, donde su padre, el Coronel Juan
Vicente fue oficial en 1768. Al año siguiente, el Rey de España, le
otorgó al joven Bolívar el nombramiento de subteniente de la 6ta.
Compañía del Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de
Aragua.
Bolívar viajó en 3 oportunidades a a Europa; la primera vez en 1799
a España, siguiendo la ruta de La Habana, Cuba; Veracruz, México,
costas de Galicia, Bilbao, hasta llegar a Madrid; la segunda vez en
1803, visitó de nuevo Madrid; París, Francia; donde conversó con
el Barón y sabio alemán Alejandro de Humboldt; Italia, conociendo
Roma y Venecia; Holanda; cuando regresó a América, hizo escala en
los Estados Unidos de Norteamérica, visitando, Charleston (Carolina
del Sur) y Filadelfia, llegando de nuevo a Venezuela en 1807; y la
tercera vez, a Londres, Inglaterra, cuando formó parte de la Misión
Diplomática, junto con Andrés Bello y Luis López Méndez en 1810.
En el primer viaje, Simón Bolívar conoció a María Teresa Josefa
Antonia Joaquina Rodríguez del Toro y Alaiza, la joven española de
buena familia que sería su esposa, con quien comenzó una amistad
cuando estuvo en la mansión del marqués Genórimo de Ustáriz, su
tutor, y que luego se transformó en amor; con María Teresa contrajo
nupcias el 26 de mayo de 1802 tras 2 años de noviazgo, el enlace
tuvo lugar en la capilla del Palacio del Duque de Frías, Iglesia
Parroquial de San José; Madrid, España. La pareja posteriormente
viajó a Venezuela, para iniciar una vida nueva y se residenciaron en
La Casa del Vínculo, Caracas; para luego trasladarse en el Ingenio
Bolívar, Edo. Aragua. Lamentablemente ella enfermó y murió el 22
de enero de 1803 por consecuencia de fiebre amarilla, en Caracas. El
matrimonio no tuvo descendencia. Y de hecho Bolívar no se casó de
nuevo.
En el segundo viaje, ya viudo, viajó a París, Francia; siendo
testigo de la Coronación de Napoleón, el 4 de diciembre de 1804,
luego realizó el Juramento en el Monte Sacro, el 15 de agosto de
1805, teniendo como testigo a su insigne Maestro Simón Rodríguez.
En 1810, fue el presidente de la Comisión y 1er. Diputado que viajó
a Londres, Inglaterra,en la Misión Diplomática, junto con Andrés
Bello en categoría de Secretario y Luis López Méndez, segundo
diputado, a objeto de solicitar el apoyó de Inglaterra para la
emancipación venezolana. Meta que no se concretó aquel año, a
pesar de haber invertido 3 meses en conversaciones.
Después de aquellas palabras, donde expresó su anhelo de liberar a
Venezuela y no dejar descanso a su alma hasta haber logrado la meta,
la vida de Bolívar sólo tuvo un norte, la liberación de las
tierras suramericanas subyugadas por la tiranía del imperio español.
Una de sus proezas más grandes, fue la Campaña Admirable (1813),
que inició en Cúcuta, Colombia y recorrió San Antonio; San
Cristóbal; La Grita; Mérida, donde el 23 de mayo fue aclamado
Libertador; Niquitao, Trujillo, Guanare, Barinas, Cojedes, San
Carlos, Taguanes; Valencia y Caracas, donde ingresó el viernes 6 de
agosto y luego el jueves 14 de octubre, la Municipalidad en la
Iglesia de San Francisco, le otorgó el título de Libertador.
Gozó siempre de buena estrella, ya que sobrevivió a varios
atentados; el de Kingston, Jamaica, cuando el negro Pío asesinó por
error a Félix Amestoy, creyendo que era Bolívar y le clavó el
puñal dos veces ; el de Rincón de los Toros, en Guárico, en 1818;
y la Noche Septembrina en 1828, entre otros, ya que sus enemigos le
odiaron hasta el último minuto y más allá de muerto.
Bolívar participó en 472 acciones de guerra, entre 1810 y 1830
aproximadamente. No sólo se dedicó a la vida militar, sino también
a la política, el periodismo y a la escritura, en esta actividad nos
legó una obra compuesta por más de tres mil documentos, discursos y
proclamas, que analizados nos permiten tener una clara visión de
aquellos difíciles días en los cuales nació y se desarrolló la
República; de la documentación mencionada destacan particularmente,
Memoria a los ciudadanos de la Nueva Granada (1812); el Decreto de
Guerra a Muerte (1813); la Carta de Jamaica (1815); el Discurso de
Angostura (1819) ; la Constitución de Bolívia (1825) y la última
Proclama (1830). Se preocupó por la educación, la minería, los
recursos naturales,y los indígenas.
El militar, político, estadista y escritor, tuvo tiempo también
para la familia y el amor; la constante comunicación con sus
hermanas María Antonia y Juana Nepomucena quedó evidenciada por
numerosas cartas; fue admirado y amado por muchas mujeres, pero sólo
una le comprendió y acompañó hasta el campo de batalla (Batallas
de Pichincha y Ayacucho), la quiteña Manuela Sáenz, quien desde
1822 hasta 1830, contó con su amor; ella en 1822, ya había sido
condecorada por el prócer argentino José de San Martín con la
orden "Caballeresa del sol, al patriotismo de las más
sensibles"; fue además La Libertadora del Libertador, por
haberle salvado la vida a Bolívar la noche del 25 de septiembre de
1828.
Su vida es digna de ser estudiada con profundidad, cada discurso,
carta o proclama es un reflejo de la época; por ello el ingeniero,
educador, historiador y banquero Vicente Lecuna (1870 -1954) creó el
Archivo del Libertador, para perpetuar en la memoria de las futuras
generaciones venezolanas, la obra y el pensamiento del Padre de la
Patria, Simón Bolívar, quien en su transitar por la vida liberando
pueblos, recorrió una distancia aproximada de 123.000 kilómetros,
diez veces más que el terreno transitado por el militar cartaginés
Aníbal (247-183 a.c.) y el triple del espacio recorrido por
el militar y Rey de Macedonia,
Alejandro
Magno (356-323 a.c.). Escribió 92 proclamas y 2.632 cartas. Fue Jefe de Estado de 5 naciones. Y participó en 472 batallas, donde perdió sólo 6.
El Libertador Simón Bolívar, quien llevó la libertad a Venezuela,
Colombia, Perú y Ecuador, creó a Bolivia, falleció el 17 de
diciembre de 1830, en San Pedro Alejandrino, Santa Marta, Colombia,
víctima de una tuberculosis a la 1:03:55pm. Acompañaron al Padre de
la Patria en sus últimos momentos los generales: Mariano Montilla,
José María Carreño, José Laurencio Silva, José de la Cruz
Paredes, el Coronel Belford Hinton Wilson, Juan Glenn, el Capitán
Andrés Ibarra, Lucas Meléndez, José María Molina, Joaquín de
Mier, Manuel Pérez Romero, el doctor Próspero Reverendo, Manuel
Ujueta, el notario José Catalino Noguera, su sobrino Fernando
Bolívar Tinoco, y su mayordomo José Palacios.
Lic. Sonia Verenzuela T.
2015