jueves, 17 de diciembre de 2015

SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD BOLÍVAR PALACIOS



Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar  Palacios y Blanco nació en Caracas, Venezuela, el 24 de julio de 1783. Hijo del Coronel y hacendado Juan Vicente Bolívar y Ponte Andrade, y María de la Concepción Palacios y Blanco. El matrimonio tuvo 5 hijos: María Antonia, Juan Vicente, Juana Nepomucena, Simón José y María del Carmen, quien murió al nacer. Sobrino del prócer independentista José Félix Ribas, y primo del eminente abogado Francisco Javier Ustáriz, entre otros datos de interés. Descendiente de Garci González de Silva, Alonso Díaz Moreno y de Juan de Villegas.
En enero de 1786, era huérfano de padre; y en 1792, de madre; quedando bajo la custodia del abuelo materno, Feliciano Palacio; luego al fallecer el abuelo, estuvo bajo la tutela del tío Carlos Palacios y Blanco.
De familia aristocrática, tuvo a excelentes maestros en su niñez, entre los que destacan, Andrés Bello (historia y geografía), Simón Rodríguez (primeras letras y formación cultural general), el padre Andújar (matemáticas), Guillermo Pelgrón (latín), entre otros; hablaba francés e inglés; desde joven demostró su carácter, el cual quedó evidenciado por el incidente en el que escapó de la casa de su tío-tutor el 23 de julio de 1795, para refugiarse en la de su hermana María Antonia; hecho que se resolvió mediante litigio judicial en la Real Audiencia de Caracas, en el cual la autoridad le ordenó regresar con el tío Carlos. Además vivió en la casa de su maestro Simón Rodríguez cierto tiempo y más tarde, ya adolescente ingresó en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua el 14 de enero de 1797, donde su padre, el Coronel Juan Vicente fue oficial en 1768. Al año siguiente, el Rey de España, le otorgó al joven Bolívar el nombramiento de subteniente de la 6ta. Compañía del Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua.
Bolívar viajó en 3 oportunidades a a Europa; la primera vez en 1799 a España, siguiendo la ruta de La Habana, Cuba; Veracruz, México, costas de Galicia, Bilbao, hasta llegar a Madrid; la segunda vez en 1803, visitó de nuevo Madrid; París, Francia; donde conversó con el Barón y sabio alemán Alejandro de Humboldt; Italia, conociendo Roma y Venecia; Holanda; cuando regresó a América, hizo escala en los Estados Unidos de Norteamérica, visitando, Charleston (Carolina del Sur) y Filadelfia, llegando de nuevo a Venezuela en 1807; y la tercera vez, a Londres, Inglaterra, cuando formó parte de la Misión Diplomática, junto con Andrés Bello y Luis López Méndez en 1810.
En el primer viaje, Simón Bolívar conoció a María Teresa Josefa Antonia Joaquina Rodríguez del Toro y Alaiza, la joven española de buena familia que sería su esposa, con quien comenzó una amistad cuando estuvo en la mansión del marqués Genórimo de Ustáriz, su tutor, y que luego se transformó en amor; con María Teresa contrajo nupcias el 26 de mayo de 1802 tras 2 años de noviazgo, el enlace tuvo lugar en la capilla del Palacio del Duque de Frías, Iglesia Parroquial de San José; Madrid, España. La pareja posteriormente viajó a Venezuela, para iniciar una vida nueva y se residenciaron en La Casa del Vínculo, Caracas; para luego trasladarse en el Ingenio Bolívar, Edo. Aragua. Lamentablemente ella enfermó y murió el 22 de enero de 1803 por consecuencia de fiebre amarilla, en Caracas. El matrimonio no tuvo descendencia. Y de hecho Bolívar no se casó de nuevo.
En el segundo viaje, ya viudo, viajó a París, Francia; siendo testigo de la Coronación de Napoleón, el 4 de diciembre de 1804, luego realizó el Juramento en el Monte Sacro, el 15 de agosto de 1805, teniendo como testigo a su insigne Maestro Simón Rodríguez.
En 1810, fue el presidente de la Comisión y 1er. Diputado que viajó a Londres, Inglaterra,en la Misión Diplomática, junto con Andrés Bello en categoría de Secretario y Luis López Méndez, segundo diputado, a objeto de solicitar el apoyó de Inglaterra para la emancipación venezolana. Meta que no se concretó aquel año, a pesar de haber invertido 3 meses en conversaciones.
Después de aquellas palabras, donde expresó su anhelo de liberar a Venezuela y no dejar descanso a su alma hasta haber logrado la meta, la vida de Bolívar sólo tuvo un norte, la liberación de las tierras suramericanas subyugadas por la tiranía del imperio español.
Una de sus proezas más grandes, fue la Campaña Admirable (1813), que inició en Cúcuta, Colombia y recorrió San Antonio; San Cristóbal; La Grita; Mérida, donde el 23 de mayo fue aclamado Libertador; Niquitao, Trujillo, Guanare, Barinas, Cojedes, San Carlos, Taguanes; Valencia y Caracas, donde ingresó el viernes 6 de agosto y luego el jueves 14 de octubre, la Municipalidad en la Iglesia de San Francisco, le otorgó el título de Libertador.
Gozó siempre de buena estrella, ya que sobrevivió a varios atentados; el de Kingston, Jamaica, cuando el negro Pío asesinó por error a Félix Amestoy, creyendo que era Bolívar y le clavó el puñal dos veces ; el de Rincón de los Toros, en Guárico, en 1818; y la Noche Septembrina en 1828, entre otros, ya que sus enemigos le odiaron hasta el último minuto y más allá de muerto.
Bolívar participó en 472 acciones de guerra, entre 1810 y 1830 aproximadamente. No sólo se dedicó a la vida militar, sino también a la política, el periodismo y a la escritura, en esta actividad nos legó una obra compuesta por más de tres mil documentos, discursos y proclamas, que analizados nos permiten tener una clara visión de aquellos difíciles días en los cuales nació y se desarrolló la República; de la documentación mencionada destacan particularmente, Memoria a los ciudadanos de la Nueva Granada (1812); el Decreto de Guerra a Muerte (1813); la Carta de Jamaica (1815); el Discurso de Angostura (1819) ; la Constitución de Bolívia (1825) y la última Proclama (1830). Se preocupó por la educación, la minería, los recursos naturales,y los indígenas.
El militar, político, estadista y escritor, tuvo tiempo también para la familia y el amor; la constante comunicación con sus hermanas María Antonia y Juana Nepomucena quedó evidenciada por numerosas cartas; fue admirado y amado por muchas mujeres, pero sólo una le comprendió y acompañó hasta el campo de batalla (Batallas de Pichincha y Ayacucho), la quiteña Manuela Sáenz, quien desde 1822 hasta 1830, contó con su amor; ella en 1822, ya había sido condecorada por el prócer argentino José de San Martín con la orden "Caballeresa del sol, al patriotismo de las más sensibles"; fue además La Libertadora del Libertador, por haberle salvado la vida a Bolívar la noche del 25 de septiembre de 1828.
Su vida es digna de ser estudiada con profundidad, cada discurso, carta o proclama es un reflejo de la época; por ello el ingeniero, educador, historiador y banquero Vicente Lecuna (1870 -1954) creó el Archivo del Libertador, para perpetuar en la memoria de las futuras generaciones venezolanas, la obra y el pensamiento del Padre de la Patria, Simón Bolívar, quien en su transitar por la vida liberando pueblos, recorrió una distancia aproximada de 123.000 kilómetros, diez veces más que el terreno transitado por el militar cartaginés Aníbal (247-183 a.c.) y el triple del espacio recorrido por el militar y Rey de Macedonia, Alejandro Magno (356-323 a.c.). Escribió 92 proclamas y 2.632 cartas. Fue Jefe de Estado de 5 naciones. Y participó en 472 batallas, donde perdió sólo 6.
El Libertador Simón Bolívar, quien llevó la libertad a Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador, creó a Bolivia, falleció el 17 de diciembre de 1830, en San Pedro Alejandrino, Santa Marta, Colombia, víctima de una tuberculosis a la 1:03:55pm. Acompañaron al Padre de la Patria en sus últimos momentos los generales: Mariano Montilla, José María Carreño, José Laurencio Silva, José de la Cruz Paredes, el Coronel Belford Hinton Wilson, Juan Glenn, el Capitán Andrés Ibarra, Lucas Meléndez, José María Molina, Joaquín de Mier, Manuel Pérez Romero, el doctor Próspero Reverendo, Manuel Ujueta, el notario José Catalino Noguera, su sobrino Fernando Bolívar Tinoco, y su mayordomo José Palacios.

Lic.  Sonia Verenzuela T.
2015