José Trinidad Morán Manzano
nació el 26 de noviembre de 1796, en el Tocuyo, Edo. Lara,
Venezuela. Hijo de Gregorio Morán y María del Rosario Manzano
Comenzó en la gloriosa carrera
de las armas a muy temprana edad, como aspirante en el 5º Regimiento
de La Unión en 1812; al siguiente año tuvo su primera intervención
militar en Guanare, Edo. Portuguesa; y después continuó luchando
prácticamente sin cesar en los siguientes combates: Año 1813; 22 de
julio, Los Horcones, Edo. Lara; 31 de julio, Taguanes, Edo. Cojedes;
fue testigo del recibimiento que le dieron a Simón Bolívar en su
entrada triunfal a Caracas el 6 de agosto de 1813, luego de la
exitosa Campaña Admirable; 30 de septiembre de 1813, Bárbula y
Puerto Cabello, Edo. Carabobo; 3 de octubre, Las Trincheras; 25 de
noviembre, Vigirima; ambas en el Edo. Carabobo; 1814, 12 de febrero,
La Victoria; 28 de febrero, San Mateo, Edo. Aragua, donde fue
herido; julio de 1814, retirada hacia Barcelona, Edo. Anzoátegui,
donde apenas podía caminar, y el Libertador Simón Bolívar se
detuvo al verlo, hizo desmontar a un soldado de un caballo, para que
se le diera al joven oficial herido; 17 de agosto, defensa de Aragua
de Barcelona, participando con el grado de subteniente al Batallón
Girardot.
Siguiendo al Libertador,
continuó su carrera militar en el Sur; alcanzando más triunfos y
situaciones que lo hicieron adentrarse en querellas políticas, y
elegir bandos, decisiones que de alguna manera influyeron en su
final.
Bajo las órdenes de Bolívar
pasó a Cartagena, Colombia y combatió decididamente en el
sangriento asedio de Santafé de Bogotá, entre el 10 al 12
de diciembre de 1814; pasando al Cauca con otros oficiales, fue hecho
prisionero por las fuerzas realistas. El castigo al que fue sometido
se basó en la limpieza en las bóvedas de los castillos de Bocachica
y barrer las calles en Cartagena; para luego ser incorporado como
soldado en el batallon del Rey, en julio de 1818; cuando escapó,
regresó a las filas patriotas, y fue ascendido a cabo, luego a
sargento, y recomendado para ser subteniente; posteriormente fue
enviado de nuevo a Bogotá, donde lo recibió Bolívar, quien le
ascendió a Teniente y lo destinó al Regimiento Guías de Apure, en
marzo de 1820; de ahí pasó a Guayaquil , Ecuador, y en diciembre de
ese año, se le ascendió a Capitán y asumió el cargo de la I
Compañía del Escuadrón de Dragones del Sur, bajo las órdenes del
General Antonio José de Sucre, concurriendo a la batalla de
Pichincha, Ecuador, el 24 de mayo de 1822. Por sus logros, fue
ascendido a Teniente Coronel el 4 de enero de 1823; se incorporó a
la división auxiliar enviada al Perú. Llegó a Lima, y el 1° de
mayo el Presidente Riva Agüero lo envió como parlamentario para la
suspensión de hostilidades; pero al entrevistarse en Tarma, Perú
con el General José Canterac, éste dispuso su detención; se le
trasladó por varias ciudades peruanas, Jauja, y luego a Santísima
Trinidad de Huancayo, hasta llegar finalmente a Lima nuevamente.
Después de trámites, junto con Antonio José de Sucre marchó al
sur para secundar la acción de las fuerzas peruanas del General
Andrés de Santa Cruz, ocupando la ciudad de Arequipa, Perú. En
Huaraz, Perú, asumió el comando del Batallón Vargas, luchando en
la campaña de Junín. Luego en su marcha hacia el sur, se distinguió
en la batalla de Corpahuaico el 3 de diciembre de 1824, y por su
acción en la batalla de Ayacucho, Perú, el 9 de diciembre de 1824,
mereció su ascenso a Coronel. Posteriormente fue destinado a la
guarnición de Arequipa en 1825.
En 1825 contrajo matrimonio con
la arequipeña María Rafaela Zereceda Velarde. El matrimonio tuvo 4
hijos: Manuel Asencio, María Fortunata, Mamerto Manuel y Rafaela
Matilde.
En 1826 se trasladó a la
recién fundada República de Bolívar, hoy Bolivia, por invitación
del presidente Sucre, donde asumió el mando del Batallón Voltígeros
de la Guardia, pero renunció porque se le exigió negociar la venta
de vales del crédito público, para pagar a sus soldados.
Se residenció en Guayaquil
para lograr su retiro del ejército grancolombiano y así evitar que
se le mezclara en la guerra contra el Perú, país del que había
obtenido la nacionalidad. Retornó al Callao, Perú, donde se
dispuso su destierro a Chile, pero se rectificó esa medida y se le
permitió establecerse con su familia en Arequipa.
En 1834, los generales Agustin
Gamarra y Pedro Pablo Bermúdez se sublevaron contra el presidente
provisional Luis José de Orbegoso. La ciudad de Arequipa, se
pronunció en defensa del orden constitucional, aceptando Morán el
comando del Regimiento Libres, formado por la ciudadanía arequipeña,
el 18 de enero de 1834. El primer combate ocurrió en Miraflores,
Perú, el 2 de abril, con victoria favorable a los arequipeños, sin
embargo el combate de Cangallo, del 5 de abril, les fue adverso por
lo que el ejército de Domingo Nieto abandonó la ciudad y se
embarcó en Islay con dirección a Arica. Hecha la paz, el
comandante Morán retornó a Arequipa.
Cuando ocurrió la revolución
del General Felipe Santiago Salaverry, secundado por Gamarra, Morán
se mantuvo leal a Orbegoso. Luego, Morán fue ascendido a General y
comandó la división peruana en la batalla de Yanacocha, el 13 de
agosto de 1835, en el Cusco, donde Gamarra fue derrotado. Dio
posteriormente su apoyo a la Confederación Peru-Boliviana (1836)
creada por Santa Cruz tras derrotar a Salaverry quien fue fusilado en
la Plaza de Armas de Arequipa, al lado de sus oficiales.
Durante la Guerra contra Chile,
la Confederación Argentina y los restauradores peruanos, el General
Morán dirigió una expedición sobre costas chilenas en la cual
capturó las islas Juan Fernández, hostilizó el puerto de
Talcahuano y capturó dos barcos. A su regreso a Lima a finales de
año de 1837 fue homenajeado por Santa Cruz. Posteriormente,
desconocido por Chile el Tratado de Paucarpata, firmado el 17 de
diciembre de 1837, entre los gobiernos de Chile, Perú y Bolivia; se
reiniciaron las hostilidades, haciendo el General Morán la campaña
de Yungay, donde combatió el 6 de enero de 1839, en el puente sobre
el río Buin, conocida como Batalla del Río Buin, en Perú,
provincia de Huaylas; y finalmente en la batalla de Yungay, el 30 de
enero de aquel año; en la que los restauradores chileno-peruanos
vencieron y significó la caída de la Confederación.
El nuevo gobierno peruano
presidido por Agustín Gamarra le dio de baja y borró del escalafón
militar a los oficiales que sirvieron a Santa Cruz y el proyecto
confederal, entre ellos, Morán, quien regresó a Arequipa al lado
de su esposa e hijos.
En 1854 ocurrió la sublevación
de Castilla contra el General José Rufino Echenique, y Morán en
comunicación con el caudillo civil Domingo Elías, se había
dirigido a Lima para unírsele pero cuando se encontraba en dicha
ciudad, el presidente Echenique lo ganó a su causa ofreciéndole
reconocer por el congreso sus grados de General de División y
Brigada.
Al mando de una división
gubernamental el General Trinidad Morán marchó a Arica y de ahí a
Moquegua, donde en el Alto del Conde derrotó a las tropas de Elías,
quien se refugió en Arequipa. Acompañado por el General Manuel
Ignacio de Vivanco intentó, sin éxito tomar por asalto Arequipa,
Vivanco fue herido y su tropa dispersada mientras que Morán, tras 15
horas de lucha, se entregó prisionero con sus hombres al prefecto
Francisco Llosa. Poco después fue visitado por Domingo Elías, un
escribano y un confesor. Hizo su testamento, se confesó y fue
fusilado en la Plaza de Armas de Arequipa, el 3 de diciembre de 1854.
José Trinidad Morán Manzano fue enterrado en el cementerio de Yanahuara, Perú, de donde lo
trasladaron a la iglesia de Cayma, hasta que en 1954 sus restos fueron
repatriados a Venezuela al cumplirse el centenario de su
fallecimiento, en una solemne ceremonia para ser enterrados en el
Panteón Nacional de Caracas.
Lic. Sonia Verenzuela T.
2015
FUENTES
CONSULTADAS:
Alberto
Tauro del Pino. Enciclopedia Ilustrada del Perú. Lima: PEISA, 2001.
Jorge
Basadre. Historia de la República del Perú. Tomos II y IV, 1968
Juan
Gualberto Valdivia. Las Revoluciones de Arequipa.
ICONOGRAFÍA: