domingo, 29 de noviembre de 2015

JOSÉ TRINIDAD MORÁN MANZANO


José Trinidad Morán Manzano nació el 26 de noviembre de 1796, en el Tocuyo, Edo. Lara, Venezuela. Hijo de Gregorio Morán y María del Rosario Manzano
Comenzó en la gloriosa carrera de las armas a muy temprana edad, como aspirante en el 5º Regimiento de La Unión en 1812; al siguiente año tuvo su primera intervención militar en Guanare, Edo. Portuguesa; y después continuó luchando prácticamente sin cesar en los siguientes combates: Año 1813; 22 de julio, Los Horcones, Edo. Lara; 31 de julio, Taguanes, Edo. Cojedes; fue testigo del recibimiento que le dieron a Simón Bolívar en su entrada triunfal a Caracas el 6 de agosto de 1813, luego de la exitosa Campaña Admirable; 30 de septiembre de 1813, Bárbula y Puerto Cabello, Edo. Carabobo; 3 de octubre, Las Trincheras; 25 de noviembre, Vigirima; ambas en el Edo. Carabobo; 1814, 12 de febrero, La Victoria; 28 de febrero, San Mateo, Edo. Aragua, donde fue herido; julio de 1814, retirada hacia Barcelona, Edo. Anzoátegui, donde apenas podía caminar, y el Libertador Simón Bolívar se detuvo al verlo, hizo desmontar a un soldado de un caballo, para que se le diera al joven oficial herido; 17 de agosto, defensa de Aragua de Barcelona, participando con el grado de subteniente al Batallón Girardot.
Siguiendo al Libertador, continuó su carrera militar en el Sur; alcanzando más triunfos y situaciones que lo hicieron adentrarse en querellas políticas, y elegir bandos, decisiones que de alguna manera influyeron en su final.
Bajo las órdenes de Bolívar pasó a Cartagena, Colombia y combatió decididamente en el sangriento asedio de Santafé de Bogotá, entre el 10 al 12 de diciembre de 1814; pasando al Cauca con otros oficiales, fue hecho prisionero por las fuerzas realistas. El castigo al que fue sometido se basó en la limpieza en las bóvedas de los castillos de Bocachica y barrer las calles en Cartagena; para luego ser incorporado como soldado en el batallon del Rey, en julio de 1818; cuando escapó, regresó a las filas patriotas, y fue ascendido a cabo, luego a sargento, y recomendado para ser subteniente; posteriormente fue enviado de nuevo a Bogotá, donde lo recibió Bolívar, quien le ascendió a Teniente y lo destinó al Regimiento Guías de Apure, en marzo de 1820; de ahí pasó a Guayaquil , Ecuador, y en diciembre de ese año, se le ascendió a Capitán y asumió el cargo de la I Compañía del Escuadrón de Dragones del Sur, bajo las órdenes del General Antonio José de Sucre, concurriendo a la batalla de Pichincha, Ecuador, el 24 de mayo de 1822. Por sus logros, fue ascendido a Teniente Coronel el 4 de enero de 1823; se incorporó a la división auxiliar enviada al Perú. Llegó a Lima, y el 1° de mayo el Presidente Riva Agüero lo envió como parlamentario para la suspensión de hostilidades; pero al entrevistarse en Tarma, Perú con el General José Canterac, éste dispuso su detención; se le trasladó por varias ciudades peruanas, Jauja, y luego a Santísima Trinidad de Huancayo, hasta llegar finalmente a Lima nuevamente. Después de trámites, junto con Antonio José de Sucre marchó al sur para secundar la acción de las fuerzas peruanas del General Andrés de Santa Cruz, ocupando la ciudad de Arequipa, Perú. En Huaraz, Perú, asumió el comando del Batallón Vargas, luchando en la campaña de Junín. Luego en su marcha hacia el sur, se distinguió en la batalla de Corpahuaico el 3 de diciembre de 1824, y por su acción en la batalla de Ayacucho, Perú, el 9 de diciembre de 1824, mereció su ascenso a Coronel. Posteriormente fue destinado a la guarnición de Arequipa en 1825. 
En 1825 contrajo matrimonio con la arequipeña María Rafaela Zereceda Velarde. El matrimonio tuvo 4 hijos: Manuel Asencio, María Fortunata, Mamerto Manuel y Rafaela Matilde. 
En 1826 se trasladó a la recién fundada República de Bolívar, hoy Bolivia, por invitación del presidente Sucre, donde asumió el mando del Batallón Voltígeros de la Guardia, pero renunció porque se le exigió negociar la venta de vales del crédito público, para pagar a sus soldados.
Se residenció en Guayaquil para lograr su retiro del ejército grancolombiano y así evitar que se le mezclara en la guerra contra el Perú, país del que había obtenido la nacionalidad. Retornó al Callao, Perú, donde se dispuso su destierro a Chile, pero se rectificó esa medida y se le permitió establecerse con su familia en Arequipa.
En 1834, los generales Agustin Gamarra y Pedro Pablo Bermúdez se sublevaron contra el presidente provisional Luis José de Orbegoso. La ciudad de Arequipa, se pronunció en defensa del orden constitucional, aceptando Morán el comando del Regimiento Libres, formado por la ciudadanía arequipeña, el 18 de enero de 1834. El primer combate ocurrió en Miraflores, Perú, el 2 de abril, con victoria favorable a los arequipeños, sin embargo el combate de Cangallo, del 5 de abril, les fue adverso por lo que el ejército de Domingo Nieto abandonó la ciudad y se embarcó en Islay con dirección a Arica. Hecha la paz, el comandante Morán retornó a Arequipa.
Cuando ocurrió la revolución del General Felipe Santiago Salaverry, secundado por Gamarra, Morán se mantuvo leal a Orbegoso. Luego, Morán fue ascendido a General y comandó la división peruana en la batalla de Yanacocha, el 13 de agosto de 1835, en el Cusco, donde Gamarra fue derrotado. Dio posteriormente su apoyo a la Confederación Peru-Boliviana (1836) creada por Santa Cruz tras derrotar a Salaverry quien fue fusilado en la Plaza de Armas de Arequipa, al lado de sus oficiales.
Durante la Guerra contra Chile, la Confederación Argentina y los restauradores peruanos, el General Morán dirigió una expedición sobre costas chilenas en la cual capturó las islas Juan Fernández, hostilizó el puerto de Talcahuano y capturó dos barcos. A su regreso a Lima a finales de año de 1837 fue homenajeado por Santa Cruz. Posteriormente, desconocido por Chile el Tratado de Paucarpata, firmado el 17 de diciembre de 1837, entre los gobiernos de Chile, Perú y Bolivia; se reiniciaron las hostilidades, haciendo el General Morán la campaña de Yungay, donde combatió el 6 de enero de 1839, en el puente sobre el río Buin, conocida como Batalla del Río Buin, en Perú, provincia de Huaylas; y finalmente en la batalla de Yungay, el 30 de enero de aquel año; en la que los restauradores chileno-peruanos vencieron y significó la caída de la Confederación.
El nuevo gobierno peruano presidido por Agustín Gamarra le dio de baja y borró del escalafón militar a los oficiales que sirvieron a Santa Cruz y el proyecto confederal, entre ellos, Morán, quien regresó a Arequipa al lado de su esposa e hijos.
En 1854 ocurrió la sublevación de Castilla contra el General José Rufino Echenique, y Morán en comunicación con el caudillo civil Domingo Elías, se había dirigido a Lima para unírsele pero cuando se encontraba en dicha ciudad, el presidente Echenique lo ganó a su causa ofreciéndole reconocer por el congreso sus grados de General de División y Brigada.
Al mando de una división gubernamental el General Trinidad Morán marchó a Arica y de ahí a Moquegua, donde en el Alto del Conde derrotó a las tropas de Elías, quien se refugió en Arequipa. Acompañado por el General Manuel Ignacio de Vivanco intentó, sin éxito tomar por asalto Arequipa, Vivanco fue herido y su tropa dispersada mientras que Morán, tras 15 horas de lucha, se entregó prisionero con sus hombres al prefecto Francisco Llosa. Poco después fue visitado por Domingo Elías, un escribano y un confesor. Hizo su testamento, se confesó y fue fusilado en la Plaza de Armas de Arequipa, el 3 de diciembre de 1854. 
José Trinidad Morán Manzano fue enterrado en el cementerio de Yanahuara, Perú, de donde lo trasladaron a la iglesia de Cayma, hasta que en 1954 sus restos fueron repatriados a Venezuela al cumplirse el centenario de su fallecimiento, en una solemne ceremonia para ser enterrados en el Panteón Nacional de Caracas.




Lic.  Sonia Verenzuela T.

2015


FUENTES CONSULTADAS:



Alberto Tauro del Pino. Enciclopedia Ilustrada del Perú. Lima: PEISA, 2001.

Jorge Basadre. Historia de la República del Perú. Tomos II y IV, 1968

Juan Gualberto Valdivia. Las Revoluciones de Arequipa.



ICONOGRAFÍA: